El rompecabezas sobre el trágico vuelo que trasladaba al futbolista argentino Emiliano Sala comienza a completarse. El informe preliminar que publicó la Agencia de Investigaciones de Accidentes Aéreos Británica (AAIB) en las últimas horas develó algo clave: qué ocurrió con el avión durante los minutos finales.
Además, El AAIB informó hoy que David Ibbotson, quien efectuó viajes de tarifas compartidas con anterioridad, contaba con una licencia de piloto privada para el Reino Unido y Estados Unidos, pero que no le permitía realizar traslados a cambio de un pago, pero “aún no se ha establecido” la base sobre la cual Sala era trasladado.
“A Emiliano lo mataron”, aseguró Lucas, su primoLos reportes de una anomalía en el vuelo se inician minutos después de las 20 y el último contacto del radar con el Piper PA-46 Malibu se desarrolló un cuarto de hora más tarde. Es decir, alrededor de 15 minutos que serán claves para entender lo acontecido en las alturas, cuando se dé a conocer la conclusión con las causas del accidente.
La publicación de la AAIB, que fue compartida en español por la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil de Argentina (JIAAC), indica que a las 20:02:10 el piloto solicito autorización para descender. Se encontraba 20 kilómetros al sur de la Isla de Geuernsey y 17 kilómetros al oeste de Jersey.
El último adiós a Emiliano Sala: una despedida con amor y dolorLa intención de Ibbotson era la de continuar con el vuelo visual (guiándose por referencias del terreno o luces de la zona). "Poco tiempo después, la aeronave comenzó a descender mientras también realizaba un giro a la derecha, seguido por un giro a la izquierda", explicaron los investigadores.
Esta maniobra llamó la atención de la torre de control. Decidieron abrirle la oportunidad de bajar aún más, pero el piloto respondió: "negativo, acabo de evitar una celda”.
A las 20:12, una nueva luz de alerta aparece en el parte emitido por los encargados de la investigación. Por entonces, ya había pasado Guernsey y se encontraba a 11 kilómetros al norte de ese sitio, cuando nuevamente pidió permiso para bajar la altitud del vuelo. "La aeronave fue autorizada a descender según criterio del piloto", aseguraron. Esta fue la última vez que se escuchó la voz de Ibbotson en la torre de control.
"La aeronave comenzó a descender gradualmente y giró a una trayectoria próxima a rumbo 060°T. Aproximadamente 30 segundos después, la aeronave giró hacia la izquierda a alrededor de rumbo 305°T. Durante esa secuencia de giros, la aeronave descendió próximo a 4.800 pies (1.463 metros). Posteriormente, ascendió alrededor de 5000 pies (1524 metros) y luego descendió a alrededor de 3.900 pies (1.188 metros). La aeronave luego volvió a ascender cerca de 4.200 pies", detallaron sobre los movimientos del avión monomotor durante un breve lapso de tiempo.
Esto fue el preámbulo del trágico desenlace. A las 20:15:30, el avión giró gradualmente hacia a la izquierda y a las 20:16:10 inició un giro a la derecha de "aproximadamente 180°". Los radares mostraron que durante esta maniobra el Piper Malibu tuvo un marcado descenso hasta los 1600 pies (487 m).
"Segundos después se registró el eco final del radar secundario que indicó que la aeronave podría haber ascendido rápidamente cerca de los 2300 pies (700 m)", analizaron los investigadores a través de las imágenes.
Todavía están intentando determinar si los últimos dos datos que recibieron del radar (a las 20:16:38 y 20:16:50) pertenecían al Piper Malibu. Todo indicaría que sí: los restos del avión fueron hallados en el lecho submarino del Canal de la Mancha, a 30 metros de este último contacto por radar.
Toda la secuencia ocurrió en unos 15 minutos, aunque el momento más álgido se desarrolló en unos cuatro minutos desde la última comunicación hasta la imagen final que entregó el radar.